Antzerkia

Olivia y Eugenio

Madre e hijo enfrentan una situación extrema donde se cuestionan valores que surgen en tiempos de crisis.

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¡Vuelve Concha Velasco al escenario del Arriaga! Y lo hace con una obra de teatro del peruano Herbert Morote de la que su director, José Carlos Plaza, ha dicho: “He dirigido ya más de un centenar de obras pero Olivia y Eugenio es la que siempre permanecerá más cerca de mi corazón”.

En ella –según su autor– “madre e hijo enfrentan una situación extrema donde se cuestionan valores que surgen en tiempos de crisis. La tragedia se acerca irremediablemente a Olivia, que rememora su pasado haciendo un sincero ajuste de cuentas con su marido, madre, amistades, médicos y con todos aquellos que presumen de ser normales, como políticos, profesionales y deportistas con éxito. Sobre ellos Olivia se plantea si son más normales que su hijo Eugenio, un joven con síndrome de Down.

Al igual que Job, Olivia también ajusta cuentas con Dios, quejándose de la cruel vejez que se lleva poco a poco órganos vitales que le permitían vivir dignamente.

A pesar del latente suicidio, la obra quita hierro a la tragedia, es decir no la dramatiza ni la melodramatiza con discursos sentimentaloides, Olivia ya pasó esa etapa. Ahora se enfrenta a la mecánica de lo prosaico, lo ordinario. Esto sería análogo a un suicida que duda de la resistencia de la soga y tiene problemas para hacer bien el nudo corredizo.

Ayuda a esta desdramatización la participación ingenua de Eugenio que sin querer abre una alternativa a la enésima hora obligando a Olivia a pensar si no hay otra solución o al menos postergarla. Al final, cuando todo está decidido y encaminado salta la sorpresa para ella y lógicamente para el espectador.

Es una obra actual dentro del marco de la corrupción política, terrorismo, alcoholismo juvenil, inseguridad ciudadana, de la que se desprende otra pregunta, ¿quién es realmente feliz, una persona que parece tener éxito o un joven como Eugenio?

Ha habido varias películas en España y en el extranjero donde han participado personas con Síndrome de Down, pero hasta donde hemos podido averiguar en Olivia y Eugenio es la primera vez donde actúa uno de ellos durante toda la obra.

Tener a Concha Velasco llevando el peso del drama y a José Carlos Plaza como director es un orgullo muy grande para cualquier autor que pretende que su obra llegue a públicos comprometidos.

Herbert Morote

Herbert Morote es doctor en Ciencias Económicas. Fue catedrático y fundador de la Universidad de Lima. Dirigió empresas multinacionales en el Perú, México, Europa y Estados Unidos. Desde 1990 reside en Madrid dedicado a la literatura y a la investigación histórica.

Hay obras de teatro que me producen admiración, otras sonrisas incluso carcajadas, otras penas o preocupación, las menos reflexión pero las hay que desde las primeras palabras simplemente te encogen el corazón, y no te sueltan hasta el último momento. Esto me ocurrió con Olivia y Eugenio. Una realidad dura y especifica, aparentemente inexorable, conduce la obra . Pero esas cualidades que hoy tenemos tan abandonadas como la ternura, la fe en nosotros mismos, la inmensidad del amor a la vida, la ingenuidad, la inocencia, la alegría de sentirse vivos y tantas y tantas otras, cambian esa realidad y nos muestran que siempre hay otros caminos, que el hombre es dueño de su propio destino digan lo que digan las circunstancias, los agoreros oficialistas y los erigidos como presbíteros incuestionables que tantas veces nos ciegan y nos impiden ver lo que es precisamente, la gran aventura de la vida.

Un ser entrañable –de esos que calificamos con horrendos y equívocos epítetos para diferenciarlos de nosotros los patéticos normales. Uno ser marginado socialmente, uno de esos seres que hemos decidido que estén aparte, nos da una lección de vida.
Nos muestra donde está la autentica realidad, los auténticos valores, la vida auténtica.

¡Envidiable Eugenio!, ¡Afortunada Olivia que convives con él! Indiscutible luz en este mudo oscurecido por la mezquindad, la codicia y el desprecio a los demás. Lóbrego mundo que niegas cualquier ayuda a los mal llamados débiles, que llega hasta quitar la ayuda a los dependientes ante la actitud indolente de los demás, ¿cuántos Eugenio harían falta para modificarte?

He dirigido ya más de un centenar de obras pero “Olivia y Eugenio” es la que siempre permanecerá más cerca de mi corazón.

José Carlos Plaza

He olvidado decir, porque carece de importancia, que Eugenio tiene síndrome de Down.

 


Taldea


OLIVIA Y EUGENIO de HERBERT MOROTE

Iluminación y escenografía: Francisco Leal
Sonido y música original: Mariano Díaz

Intérpretes:
Concha Velasco (Olivia):
Rodrigo Raimondi (Eugenio):

Dirección: José Carlos Plaza
Producción: Espectáculos y Focus, S.A.

Saioak

Día 01: 20:00 h.
Día 02: 20:00 h.
Día 03: 21:00 h.
Día 04: 18:00 h.

Prezioa

de 8,50 a25 € / con descuentos

Iraupena

1h 40min.

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