Silvia Pérez Cruz: Entre más cuerdas

La cantante Silvia Pérez Cruz (Palafrugell, Girona, 1983) pertenece a esa raza de creadores en su vertiente más extasiada y feliz, porque pocas veces se encuentra una artista con tantas ganas de vivir la canción, con independencia del género que encare.

En su primer disco compuesto íntegramente por ella, “11 de noviembre”, Silvia demostró ser una intérprete con una emoción y un sentido creativo muy especiales. Aquellos registros no fueron sino prolongación de su sentimiento panorámico de la música, que en este tiempo la han visto atendiendo ritmos latinos, música experimental, jazz, folk, fado…

A este concierto acude para presentar su espectáculo “Entre más cuerdas” en el que, queda claro, su caricia vocal se duerme entre los acordes de todo un surtido instrumental de cuerda. Así llega hoy rodeada por los violinistas Elena Rey y Carlos Montfort, la violista Anna Aldomá, el chelista Joan Antoni Pich y Miquel Àngel Cordero al contrabajo.

MÁS DE SILVIA PÉREZ CRUZ

En el mundo de la cultura existen almas puras, que se miran hacia dentro sin importarles el ruido hacia afuera que provoquen sus latidos artísticos. Son gente entregada a la creación en su estado más orgánico y natural, y por eso su respiración siempre nos llega con el consabido sello de autenticidad.

La cantante Silvia Pérez Cruz (Palafrugell, Girona, 1983) pertenece a esta raza de creadores en su vertiente más extasiada y feliz, porque pocas veces uno se topa con una artista con tantas ganas de vivir la canción, con independencia del género que encare. Desde que comenzara a actuar en público desde niña, primero en las tabernas de Calella junto a su padre, más tarde junto a la coral de la que formaba parte, con la que recorrió toda Europa, y después con varios grupos ‘temporales’ con los que hacía conciertos como saxofonista, Silvia no ha dejado de vivir y crecer, firmando proyectos en primera persona y colaborando en otros de mil pelajes musicales. Y siempre con una energía y una dicha fuera de lo común; vale que la chica acaba de salir de la adolescencia, como quien dice, pero realmente su actitud ante el hecho cultural luce una madurez y una inteligencia fuera de lo común, empleando todos sus esfuerzos en orientar su carrera allá hacia donde le dicta el corazón.

En su primer disco compuesto íntegramente por ella, 11 de novembre, Silvia demostró ser una intérprete con una emoción y un sentido creativo muy especiales. Aquellos registros no fueron sino prolongación de su sentimiento panorámico de la música, que en este tiempo la han visto atendiendo ritmos latinos, música experimental, jazz, folk, fado…

Igualmente a la cantante le encargaron una saeta para la película Blancanieves de Pablo Berger, o el arreglo y la grabación de un tema para el montaje escénico de La Chunga, la versión teatral de la obra de Vargas Llosa que dirigiera en el Teatro Español Joan Ollé. Y todavía más: colaboraciones junto a compañías de danza como Sol Picó; de percusión junto a la orquesta Coetus; o multiculturales e interculturales como Immigrasons.

Igualmente, la lista de colaboradores es prolija, desde el contrabajista de jazz Javier Colina al cantaor Duquende, y, de manera muy especial, el guitarrista y productor Raül Fernández alias Refree, con el que el año pasado nos regalaba un hermoso disco, granada, en el que cabían tanto piezas de Schumann como de Edith Piaf, Violeta Parra, Albert Pla o Enrique Morente.

Ahora presenta su espectáculo Entre más cuerdas, segunda parte de un proyecto encargado por el Centro Nacional de Difusión Musical en el que, queda claro, su caricia vocal se duerme entre el rasgueo de todo un surtido instrumental de cuerda. Así llega hoy rodeada por los violinistas Elena Rey y Carlos Montfort, la violista Anna Aldomà, el chelista Joan Antoni Pich y Miquel Àngel Cordero al contrabajo.

La cantante, que ha debutado como actriz en la película Cerca de tu casa de Eduard Cortés, no tiene límites; ya lo dijo en una ocasión: “El trabajo no me da miedo, quiero aprender y seguir creciendo, ir pasito a pasito… ¡hasta el infinito!”. Y así es: esta chica siempre tendrá enfrente un horizonte al que mirar.