“Solo hay un cielo y debemos cuidarlo, puesto que si enferma todo llegará a su fin”. Son palabras de Davi Kopenawa, chamán de los Yanomami. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para sostener el cielo? No hay tiempo que perder antes de que todo colapse, cada día vivimos rodeados de desastres y atrocidades, y bailamos al ritmo de máquinas, coches, helicópteros y sirenas.

Llueva o haga sol, como ofrenda y como tributo, para soñar o para visitar lugares oscuros, como signo de debilidad o de fortaleza… bailamos en todo momento, buscando un modo de seguir vivos en este mundo que se derrumba. La coreógrafa y directora Lia Rodriges, una de las artistas brasileñas más aclamadas internacionalmente, nos cautiva con una potente y rítmica creación: Para que o céu não caia.

 


El equipo


Creación: Lia Rodrigues

Dramaturgia: Silvia Soter

Iluminación: Nicolas Boudier

Colaboración artística e imágenes: Sammi Landweer

Asistente de coreografía: Amalia Lima

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